Cuando hace casi 20 años la bodega Valle de Laujar comenzó a trabajar la tierra en el municipio de Laujar de Andarax y prepararla para plantar la uva nadie imaginaba que este municipio acabaría albergando una importante feria para promocionar el vino producido en la comarca de la Alpujarra.
Así lo recordaron muchos ayer en Laujar de Andarax, que acoge este fin de semana la VII Feria del vino, con la participación de doce bodegas del entorno que ofrecieron degustaciones de sus caldos al numeroso público que se congregó en este primer día. Desde aquella primera inmersión en el negocio de la uva en esta zona todo ha cambiado mucho y ahora varios pueblos, además de Laujar, como Fondón, Alboloduy, Fuente victoria, Alcolea, Berja e incluso algún atrevido de Adra, luchan por ver sus vinos en el mercado y en las mesas de los restaurantes de toda España. Porque como dijeron ayer los responsables de varias bodegas, «el vino es más que Rioja o Rivera, aqui no tenemos nada que envidiarles».
Esta es la séptima edición de una muestra que está más que consolidada y por la que en este fin de semana se espera que pasen miles de personas, máxime cuando se ha completado este año con la instalación de un mercado medieval. La feria este año ha cambiado de ubicación y las carpas de las bodegas se congregan en la Plaza de la Alpujarra, frente al edificio del Ayuntamiento. «Hemos decidido que sea así porque este año, con la crisis, participan menos bodegueros y para dar mayor vistosidad y fomentar el turismo por el municipio. Antes se hacía en las afueras y venía mucha gente, pero muchos se iban sin conocer el pueblo, sin degustar nuestra gastronomía y este año fomentamos que la gente pase más por los negocios y vea nuestro patrimonio histórico y natural», destacó el alcalde. Emilio Romero.
Además la feria incluye otra serie de actividades paralelas, como el concurso de vinos o la cata que tuvo lugar ayer en el colegio, con la presencia de Antonio Jesús Gutiérrez, nariz de oro 2007. Se presentaron unos 25 caldos de la zona. También destacó la actuación en la mañana de ayer del grupo Zaragüi de Alcolea, que realizó un pasacalle por la calle principal hasta la plaza, con sus cantos tradicionales, el pasacalle del grupo de teatro Estalage o los talleres de animación para niños a cargo de Alpudiver que se han programado para hoy a las once de la mañana. Todo ello para fomentar aún más la participación de vecinos y visitantes en esta feria del vino donde se pueden degustar toda clase de caldos, embutidos o dulces en un marco incomparable.
Vistosidad
Y es que los puestos del mercado medieval se han instalado en las calles cercanas a la plaza, donde los aromas de la pizza, bollería o plantas aromáticas se mezclan con el aroma del vino.
Pero también con el aroma de las flores que engalanan once rincones del municipio, gracias a la instalación de las cruces de mayo, fiesta que poco a poco se va recuperando en Laujar. Este año las cruces dan la bienvenida a los visitantes a la feria y lucen más que nunca, por lo que los participantes se han esmerado aún más. «Es una más de nuestras tradiciones que estamos recuperando. Dejaron de hacerse las cruces hace años, pero el año pasado las recuperó el Taller de empleo y se hicieron siete. Este año ya tenemos once y en el Ayuntamiento hay un mapa de las zonas donde se han colocado para que la gente pueda visitar distintos rincones de Laujar», anuncia Romero.
Todo ello hace este fin de semana de Laujar la capital del turismo rural, máxime cuando ya ha abierto al público la Villa Turística, que este fin de semana tenía diez personas alojadas e iba a acoger la comida oficial de las autoridades. La villa tiene 31 apartamentos frente a una gran piscina, dos de ellos aún en obras, pero está casi al cien por cien de rendimiento y hasta junio ofrece importantes ofertas.
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